Pero que calor, que ganas de remojar los pies ( y no solo)! A dónde ir cuando tenemos que movernos desde una ciudad como Florencia, que no es muy cercana a la costa y no tenemos otro medio para viajar más que el tren o al límite, el autobús? La primera destinación que se me ocurre es Viareggio, la localidad más importante de la Versilia: se localiza a 80 km de Florencia, aproximadamente y es fácil llegar con el tren; una vez en la estación basta caminar en línea recta 1 km y se llega a la gran playa. Lástima que no se encuentre un solo lugar de playa a disposición de aquellos que no quieren pagar una buena cifra, a menos que no se resignen a caminar hasta el muelle, que está un poco retirado. Más al Sur de Viareggio se encuentra Torre del Lago, cuyo ciudadano más ilustre es Giacomo Puccini, y aquí se puede encontrar ua larguísima playa libre, llamada la Lecciona, su aspecto original ha sido magistralmente tutelado, ya que forma parte del Parco di Migliarino, San Rossore, Massaciuccoli. A Torre del Lago se puede llegar con el tren y después, de la estación , se toma un autobús hacia la playa. Quien ha ido recientemente recomienda Tirrenia, localidad marina situada en la provincia de Pisa; también se llega co el tren y autobús. Bajando aun más por la costa toscana, se encuentran otras playas libres, a las que no es fácil llegar sin medios propios. Y entonces, vale la pena dirigirse a Castiglioncello, donde encontrarán una estación de tren y un gracioso pueblo con vista al mar; lástima que no cuente con una verdadera playa de arena: en Castiglioncello hay rocas. Más al Sur, siempre en la provincia de Livorno, encontramos Marina di Cecina desde donde inicia un largo tramo de playa libre delimitada por la bellísima y famosisima pinar que llega hasta San Vincenzo. El tren pasa cerca del lugar, pero basta un mínimo de organización, con un autobús o un pasaje de auto. Les gustaría ir aun más al Sur? Entremos entonces en la provincia de Grosseto, en Maremma, y aquí, las playas libres, bellas y salvajes son innumerables: existe también una política que permite encontrar espacio gratis incluso en los baños organizados. Y si no tenemos ganas de estar entre tanta gente, vamos a buscar un pedacito de playa desierta: las cosas más hermosas son siempre las más difíciles de alcanzar y entonces no es fácil llegar con el tren o el autobús, se necesita un auto particular y un par de buenas piernas, talvés no será suficiente llegar temprano para regresar por la tarde. Pero ya que llegamos hasta ahí, quien nos obliga a regresar? Se puede acampar al menos por una noche.
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